24/1/12

Yves Klein, Antropometrías

Aunque Klein demostró claramente su preocupación por los fines espirituales, la actividad ritual que le interesó nunca tuvo que ver con la religión. Este interés por el ritualismo adoptó distintas formas, pero ninguna caló tan hondo como lo hizo el judo. El compromiso con este deporte y su práctica fue tan importante que acabaría influyendo en su visión artística. Las artes marciales están ligadas a las filosofías Zen y Budista, y fue quizá la búsqueda del vacío del budismo la que determinó su interés por la idea del vacío.

El judo se centra en los katas: “ un kata es una forma, un molde. Designa una serie de movimientos técnicos, ejecutados con arreglo a un plan de lucha contra uno o varios adversarios que atacan desde distintos ángulos. “
Esta práctica no puede estar nunca vacía, ya que , al ser un ritual sujeto a la observación de unas reglas muy codificadas, nos exige que evitemos expresar ideas o pensamientos muy concretos y que estemos abiertos a todo lo que nos rodea, dejándonos impregnar por ello.

ANTROPOMETRÍAS
Con la creación de las “Antropometrías”, una coreografía en la que un grupo de mujeres dejaba la huella de sus cuerpos en la superficie del lienzo, Yves Klein demostró tener esa disciplina ritual de la que hemos hablado.

Es una acción en el tiempo, y su éxito radica en que esta relacionado con la precisión y la belleza del gesto, que se proyecta en la realidad física de la obra. Él mismo nos explica el descubrimiento de esta práctica:
“Casi siempre pinto con modelos y , desde hace algunos años, con su colaboración activa. La modelo crea dentro e incluso fuera del taller un ambiente sensual que confiere estabilidad al material pictórico. Por lo tanto, probé a utilizar modelos: fue algo muy bonito.

La carne, la delicadeza de la piel viva, su tono maravilloso y , paradójicamente, incoloro, me fascinaban.
Mis modelos se reían bastante cuando veían cómo creaba los monocromos azul intenso, limitándome a un solo color y ¡a partir de sus figuras! Aunque se reían, cada vez se sentían más atraídas por el azul. Un día me di cuenta de que mis manos y mis herramientas no eran suficientes para tratar el color. Necesitaba a la propia modelo para pintar el cuadro monocromo… No, ¡no era ninguna locura erótica! Era aun mas bello.

Coloqué en el suelo un gran lienzo blanco, vertí en el centro veinte kilos de color azul y la modelo se tumbó literalmente sobre él: dibujó el cuadro rodando por el lienzo con su cuerpo en todas las direcciones. Yo, de pie, dirigía todo el proceso, daba vueltas rápidamente alrededor de esta fantástica superficie en el suelo y dirigía todos los movimientos de la modelo.
Nunca hubo nada erótico, ni pornográfico ni de alguna forma amoral durante estas fantásticas sesiones, en cuanto terminaban el cuadro, mi modelo se daba un baño. Nunca las he tocado, por lo que siempre confiaron en mí. Les gustaba y les sigue gustando trabajar de esta manera, con todo su cuerpo en mis pinturas. Esta fue la solución al problema de la distancia en la pintura: mis pinceles eran vivos y con control remoto."


6 comentarios:

Marina* dijo...

Me parece absolutamente precioso. Creo que capta el concepto de que el cuerpo, cómo se mueve, cómo interacciona con su alrededor, hace y conforma el espacio y cómo lo percibimos. La idea de que el propio cuerpo sea el pincel de la obra es lo que le da todo su significado y el proceso de creacióon es más arte que el resultado final, pues hace pensar en multitud de interacciones en las que la antropometría se vuelve la medida requerida.

Muy buen artículo.

hacedor de trampas dijo...

Eso es exáctamente lo que sentí al conocer las antropometrías, no podría explicarse mejor, gracias Marina, un saludo.

Iluminacion Arquitectonica dijo...

Woou todo un artista que belleza ver tanta majestuosidad, disciplina, y amor por el arte.

JSR89 dijo...

Me parece muy interesante el artículo sobre Yves Klein, ya que nos aporta sobre todo una nueva visión de lo que conceptualmente entendemos por el arte; aunque hoy en día, en una sociedad marcad sobre todo por el arte contemporáneo y por las nuevas formas creativas, Klein nos presentó una forma innovadora de creación a partir de personas, trabajando como si de un director de orquesta se tratara, donde en boca del propio autor, "ellas eran mis pinceles, por control remoto" nos expresa las pautas importantes para su creación.
Sus creaciones, influenciadas por la filosofía Zen y ese carácter ritual, no hace sino acompañar las composiciones que crea en un sentido ritual y espiritual. Destacar la gran importancia que tuvo el artista en la concepción del color azul, el "azul klein" que tanta importancia tuvo a lo largo de su obra.

Un saludo y dar mi enhorabuena por el Blog.

Anónimo dijo...

¿Filosofía zen? Ni por asomo. Para este artista las mujeres eran meros objetos y las cosificaba de ahi que diga que son sus pinceles. Para crear esa estampaciones utilizaba técnicas del karate, es decir, golpeaba a una mujer contra una pared y no precisamente con delicadeza porque era la única manera que encontraba para liberar su odio hacia las mujeres. De hecho, muchisimas artistas feministas han utilizado esta misma idea con hombres a modo de crítica. Id más allá de lo que veis y os daréis cuenta de que es así. Respeto el gusto de cada uno pero desde luego esto va contra mis principios

Anónimo dijo...

Me encanta Yves Klein. Me encanta el Azul Klein que en mi opinión es el color por excelencia. Pero sobre todo creo que esta obra es un punto de inflexión en el Arte moderno; una de la Obras de Arte con mayúsculas. Enhorabuena y gracias por esta entrada y por el blog.