14/9/10

Christo

Christo Javacheff nació en Bulgaria, y estudió durante cuatro años en la Academia de Bellas Artes de Sofía. La idea de intervenir sobre el paisaje con ese afán de envoltura, procede de uno de los ejercicios que hizo cuando todavía era estudiante de arte: los estudiantes eran enviados a las líneas ferroviarias para embellecerlas a modo de decorado para recibir visitas de altas personalidades.

En 1956 se traslado a Praga y un año mas tarde a Austria. En 1958 viajo a Paris donde conoció a Jeanne-Claude de Guillebon, que se convirtió en su esposa y cómplice de su trabajo.

La originalidad de Christo radica en combinar los avances técnicos del siglo XX y la era industrial con inquietudes de la era postindustrial como la búsqueda de la belleza y el retorno a la naturaleza.

Sus obras realzan el mundo real y existen como arte en si mismas. Destacan las variadas, asombrosas, sutiles e impresionantes bellezas de la ciudad y el campo, de la tierra yerma, de los cultivos y los parques, del mar y la costa. Son bellas en si mismas. Una obra de Christo forma parte del mundo, y al mismo tiempo, está separada de él. Su arte en cuanto a proyecto utiliza tecnología a avanzada, y es ecológico. De hecho las esculturas dejan mucho espacio al espectador. Además, como se extienden en el espacio, puede elegirse cómo contemplarlas, no existe un punto de vista concreto ni una hora del día determinada.

Las obras de Chisto se extienden por diferentes continentes, y requieren años de trabajo, de negociaciones para conseguir permisos, para resolver problemas, para organizar el montaje etc. y después resultan ser unas obras efímeras, de una duración de dos semanas. Pero este proceso hace que la obra subsista en las mentes de todos aquellos que han hecho un esfuerzo para llevarla a cabo o simplemente la han contemplado.

Christo realiza tres cosas a la vez: crea obras de asombrosa belleza que se mantienen vivas durante un tiempo en el mundo real. Lo que el hace es arte: artificial, construido, salido de las manos del hombre. Sus obras realzan el mundo real, agudizan nuestra visión, nos hacen mas conscientes y observadores y, por ultimo, modifican nuestra manera de ver las cosas. Tiene una perspicacia especial para lo limites: vallas, vías, puentes, donde, en el mundo real, las cosas cambian, la tierra se trueca en costa y playa, los puentes se elevan sobre las aguas. Y utiliza los materiales de la sociedad actual, plásticos extraídos del petróleo, tejidos de nylon, de polipropileno, hormigón, cables y postes de acero.

Christo nos recuerda que el medio es el mensaje: su razón fundamental radica, como ocurre con la vida, en que existe.


Paquete de 5.600 metros cúbicos. Proyecto para Documenta IV Kassel. Altura 85m,diámetro 10m,2000 m2 de tejido y 3500m de soga.

Costa empaquetada, Australia, 100.000 m2, 1969

Cortina en el valle, Rifle, Colorado 1970-1972
La muralla: Muralla Romana empaquetada, 1974
Valla continua, Condados de Sonoma y Marin, 1972-1976

Senderos cubiertos, 1977-1978

Islas rodeadas, Biscayne Bay, Gran Miami, Florida, 1980-1983
El Pont Neuf empaquetado, París, 1975-1985

Imágenes y fragmentos del libro: Chisto_Marina Vaizey